viernes, septiembre 08, 2006

Sir chetes III

Era una noche tibia de Agosto, había llovido por la mañana y a partir del medio día el sol inundo la tierra de Midgard con singular alegría, dejando entrever que algo igual de singular sucedería...el nacimiento de un niño.

Eran cerca de las 8pm cuando Minerva Wire estaba en el inn de Prontera, a punto de dar a luz a un bebé, el cuál tedría el nombre de su padre: Chetes

Sir Chetes II decendía de un linaje de valientes Caballeros, que siempre habían defendido a los Reyes de Prontera y salvaguardado la integridad de su pueblo de los múltiples ataques de los Orcos, de la invasión de focas que desviaron su ruta migratoria habitual hacia Comodo, sin mencionar, claro, la primera intervención de Geffen y el ataque masivo a Morroc, tierras lejanas, pero aliadas de Prontera.

Claro, todo esto sin mencionar que el primero de la dinastia, incluso mencionado en los libros de historia, Sir Chetes Fletcher I, fué de los primeros hombres en pisar el Labyrinth Dungeon, también conocido como "El calabozo perdido" unas tierras mágicas donde solo unos pocos se atreven a entrar, ya que el enemigo más poderoso jamás concebido por la mente humana habita ahí....el terrible Baphomet.

Esto seguramente es una gran lápida para este pequeño que aún no nace y que deberá de cargar a sus espaldas quizá toda la vida...la pregunta es si será tan grande como su abuelo o...quién sabe, podría realizar hazañas más grandiosas que el mismísimo Sir Chetes Fletcher I.


Han pasado casi 14 años desde que aquél día de Agosto el cuál avecinaba un nuevo miembro en la dinastía Chetes, sin embargo, el pequeño Chetes III, no se le veía empeño alguno en seguir el linaje de sus antepasados y alguna vez utilizar aquella armadura ni aquella espada que usó alguna vez su abuelo contra el terrible Bapho.

-Hey Chetes, ¡Bájate de ahí!- Gritó Minerva Wire a su hijo, el cuál estaba en lo alto de la azotea de su casa, probando un nuevo conjuro que había oido decir de dos comerciantes mientras estaba comprando carne con el carnicero.

- ¡¡Heaven's Drive!!- gritó Chetes, y de repente saltó de la azotea pensando maravillado como su conjuro generaría una cama de aire la cuál le permitiria aterrizar suavemente sobre el piso y sorprender a su madre. Cuál fué la sorpresa de ambos al ver que, de repente, como si fuera un bulto de carne, Chetes se precipitaba rápidamente hacia el suelo.

-¡Heaven's Drive!- Se oyó una voz a lo lejos, y debajo de Chetes, antes de estrellarse en el suelo se apareció una cama de aire la cuál amortiguó la caida como si fuera un trampolín, solo sintió una fuerte brisa y sintió que era una brisa mágica, se emocionó tanto que no se dió cuenta de lo que en verdad sucedió.

-Lo he conseguido!!!, he podido utilizar magia!!!, ¿Lo ves mamá? ¡Te dije que podría hacerlo! Sere el mejor mago de este mundo.-

La pobre Minerva solo puso una cara enrojecida, no se sabía si por la vergüenza que acababa de pasar, ya que era Martes de Mechants en Prontera, así que la capital de Midgard estaba atestada de ojos curiosos que presenciaron lo que sucedió, o tal vez era por el susto, quizá era enojo ya que su hijo puso en riesgo su vida y sobre todo, desobedeció una orden directa.

-¿Pero que es lo que te pasa muchacho? ¿Acaso me quieres matar? ¡A caso te quieres matar! ¡¡¡Que pretendías con esa barbaridad!!!-

-Demostrar que puedo hacer magia mamá- respondió Chetes

-¡Pero que dices! tu no puedes hacer magia, tu no eres un mago, nadie ni de mi familia ni la de tu padre ha sido mago nunca, y bien lo sabes, yo desciendo de un linaje de Alquimistas y tu padre proviene de un linaje de Caballeros-

-Ya lo sé mamá...pero-

-¡Pero nada!- respondió su madre -No tienes habilidades mágicas y se acabó-

-Claro que sí, ¡Yo hice ese heaven's drive! ¿A caso no lo viste? ¿No lo presenciaste tú al igual que todos estos testigos aquí presentes?-

-Hey chico, Yo hice el heaven's drive y salve tu vida...-

Esas palabras provenían de un sujeto que al solo verle los zapatos inspiraba mucho respeto, tenía cabello rojo billante, un sombrero verde de mago, lentes oscuros y túnica marrón...

- Veo que quieres ser mago...muy bien, es un trabajo digno solo de algunos pocos valientes, depender al 100% de la magia puede ser difícil, ya que es un arma de dos filos, puede ser gran aliada en momentos difíciles y si la logras dominar serás invencible, claro esta que, si no eres un hombre de rápidos reflejos y pensamientos, sucumbirás irremediablemente frente al enemigo, mente sobre fuerza chico, jamás tomes decisiones precipitadas... Quiza con esfuerzo y dedicación logres ser algún día un gran mago- El extraño individuo que salvo la vida del pequeño chetes iba a continuar la conversación sobre los distintos caminos de la magia, cuando de pronto, Minerva Wire de Chetes interrumpió diciendo:

- Muchas gracias por salvar a mi hijo señor, pero el no necesita saber nada sobre la magia debido a que el algún día será un poderoso caballero, tal como su linaje y su herencia lo han decidido.-

-Mamaaaaaaaaaaaaá- dijo el chico de forma retadora, pero al ver el ceño que su madre puso al oirlo solo pudo silenciarse al instante, sometido por la ira que demostraba, el pensaba que quiza cuando llegara a su casa le esperaría una buena tunda, o quizá lo obligarían a sacar la basura durante un año completo y también lo obligarían a comerse todas sus verduras hasta que pudiera abandonar su hogar y conseguir trabajo, sin embargo en el fonde quería continuar diciendo muchas cosas por la cuál quería aprender todos los sortilegio de la magia.

-¿Caballero?- dijo el poderoso hechizero, - Bella dama, permítame discrepar con usted, pero a este chiquillo no le veo cara ni cuerpo de caballero, solo mírelo, es distraido, no tiene fuerza física y sobre todo, se acaba de aventar de la azotea intentando realizar un conjuro de alto nivel.-

-¡Suficiente!- dijo Minerva enfurecida. -No necesito que ningún desconocido me diga lo que mi hijo puede o no puede hacer, vamos Chetes, te espera una severa charla con tu padre en cuanto regrese de las minas de Einbech.-

-Muy bien señora, eso me pasa por dar mi punto de vista, disculpe usted, ¿Y sabe algo?, tiene mucha razón, yo no soy quién para decidir que es lo que su hijo puede o no puede hacer, de seguro esa rigurosa decisión depende de sus padres y su linaje por encima de los mismos deseos y limitaciones del chico- fulminó el hechizero y se retiró, pero antes de hacerlo se dirigió a Chetes.

-Buena suerte chico, ojala te vea algún día realizando la misión para convertirte en mago y quién sabe, tal vez te decidas por convertirte en hechizero, esos Sages realmente me caen mal...-

-Hasta luego señor, ¡Por cierto! ¿Cómo se llama?-

-Me dicen: "El hechizero errante"- y se retiró sin decir una palabra más, a lo lejos se escuchó un grito parecido a la voz del hechizero que decía: ¡El clip sanador a 4 millones de Zenys! ¡Me lo llevo!, pero Chetes no pudo confirmar que en realidad era él.

Chetes III sintió una extraña sensación, como si esa no fuera la última vez que volvería a ver a dicho personaje..."El hechizero errante", y en su mente se puso a repetir las palabras que el hechizero había dicho sobre ser mago, algo sobre la mente por encima de la fuerza, sobre ser invencible, pero conforme el tiempo pasó esas palabras eran cada vez más difíciles de recordar, y lo único que recordaba el pequeño después de unos meses era que un extraño sujeto lo habia salvado y le había dicho los principios generales de la educación mágica.

Atte. Chetes [El cuenta cuentos con historias de Ragnarok]
PD. Soy un rifadín.

2 comentarios:

Skull dijo...

eres un rifadín XD

Anónimo dijo...

http://latinvideoz.blogspot.com/

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