lunes, marzo 27, 2006

Un blog más

Estuve analizando mi blog durante un largo tiempo (como 2 minutos) y me di cuenta que le faltaba un poco de delimitación en sus zonas geográficas, así que ya le puse esas lineas de delimitación y creo que se ve mucho mejor ^^.
A lo mejor soy el único que lo va a notar pero en fin...U_U, ¡me enteré de un gran chisme! fijense que mis amigos de la fac ahora son muy unidos y cariñosos unos con otros...O.o, bueno, no me se bien el chisme pero según esto cuando yo me jui de práctica a Zacatlán de las Manzanas cosas extrañas y misteriosas ocurrieron...y ps no he visto a toda la bandita invloucrada para afirmar o desacreditar esos rumores.
Sin embargo a mi ps me da gusto si ya hay nuevos romances, a ver que nuevas aventuras se sucitan alrededor de mis compañeros, ya hace falta algo de acción. xD
Mientras tanto yo me quedo nomás mirando... :(, y bueno, creo que me he vuelto un abusivo en el uso de los emoticons de texto, en estos 5 parrafos ya llevo 5 de esas pendejaditas que simulan una expresión facial, y a veces me vuelvo dependiente de ellos para expresarme mejor en mis escritos, pero una vez se me escapo poner un "xD" en un exámen, y la maestra se sacó de onda
.
Ya me estan dando ganas de nuevo de escribir en mi lindo blog, que cada día me gusta más, me relja escribir estas experiencias con todos ustedes mis queridos blogescuchas, y que sean fieles a esta literatura basura, se les agradece sus comentarios, mentadas de madre y demás cushumis.
¡Ah sí!, es hora de comentar una anécdota que pondré en una sección en el blog que se llamará "Chetes el veterinario, lecciones de vida" y comenzaré por contarles un choro de como decidí dedicarme a estudiar veterinaria.
Chetes el veterinario, lecciones de vida #1
Bueno, hace un buen de tiempo un pequeño niño se encontró ante una vida feliz, con una mamá, un papá y un hermano mayor, era una familia normal, no era perfecta ni una culerada, es de esas familias promedio, con problemas promedio, ingresos promedio, y felicidad promedio.
Me acuerdo que de pequeño siempre quize un perro, cuando veia un pequeño perro en la calle me lo quería llevar a mi casa, mis padres siempre vivieron con perros cuando niños y me contaban que era algo maravilloso, algo que yo jamás sentí en mi niñez.
Uno de los momentos de mi infancia que más recuerdo fué cuando dos perros pequeños llegaron a mi hogar...uno era un Samoyedo, hijo de la perra que pertenecía a mi Tía, la perra se llamaba Bafi (Murió hace como 6 años), y pues cumpliendo su ciclo de vida se reprodujo con un lindo macho y procreo 5 bellos cachorros totalmnte irresistibles, así que le rogué y le rogué a mi mamá para poder llevarme uno a mi casa si quiera por unos días. Me acuerdo que los vi recién nacidos y eran como salchichas con patas, todos rosas y sin chiste alguno, conforme pasaba el tiempo yo esperaba ansiosamente que cumplieran dos meses para poder separarlo de su mamá y que fuera un poco más independiente, para que pudiera comer algo más que la leche de su madre.
Esos dos meses se me hicieron eternos, y me acuerdo que iba seguido a ver a los cachorritos y me di cuenta de lo maravillosos que es el crecimiento de los perros, a las 2 semanas ya eran unas criaturitas adorables, peluditas y que se la pasaban chillando todo el día, o si no jugando con sus hermanitos y haciendo lo que los cachorros hacen...dormir, cagar, jugar y comer.
Al mes los perritos ya andaban jugueteando por la casa de mi abuelita y andaban por todos lados, me gustaba ir a jugar con ellos, pero siempre lamentaba la hora de tener que irme, y que esa felicidad se acabara porque en mi casa no habría ningñun perro que se alegrara de verme...hasta que se cumplieran los dos meses. Después el tiempo límite se cumplió, me levanté muy temprano para escuchar la noticia de mi mamá que ibamos a recoger a un perrito para traernoslo a la casa y cuidarlo por una semana...¡Wuju!
Elegí a un macho que se veía muy juguetón, era el más depierto de sus hermanitos y sería el que más fácilmente se adaptaría a un medio ambiente distinto. Lo llevé a la casa y lo primero que hizo el perrito al llegar fue inspeccionar un poco, después comodamente se orino en la alfombra, por fortuna yo tendría como 5 años de edad, y no tenía que limpiar las porquerías del perrito, lo único que quería era jugar con él y observarlo todo el día hasta que se tuviera que ir.
Y eso hice, el pequeño me cautivo por varias razones, su comportamiento, el tener por primera vez un animalito en mi casa que en verdad interactuara conmigo, fue una experiencia maravillosa, y a los 5 años creo que el tener ese perrito en mi casa y desearlo tanto y no tenerlo hasta depués de múltiples insistencias, y que una semana después se iría tan fácil como llegó, me dejó queriendo saber más y apreciar cada momento que tuviera con estos animales, porque para mí al menos son completamente fascinantes.
Después de eso llegó otra perrita, una maltés llamada Suki, la cúal ahora es una linda ancianita de 9 años pero cada que me vé se acuerda de mí y acude para que la acaricie como si fuera la misma cachorrita de siempre, esta perrita también pertenece a mi tía, y pues me la lleve a mi casa también pero fue porque mis tios se fueron de vacaciones y nadie la podía cuidar, para ese entonvces ya tenía como 12 o 13 años, y a esas alturas jamás había tenido un perro propio, y lo seguía deseando como ninguna otra cosa en el mundo.
Después Suki se fue, y pasaron otros dos años antes de que el maravilloso día llegara, mi tía que siempre andaba comprando perros esta vez se hizo con una preciosísima Cocker Spaniel Inglés de 2 meses, con unos hermosos moñitos violetas en sus orejas, pero eso sí, muy mordelona de nombre "Hony", y pués, también cuando la ví me gustó mucho, resulta que dos meses después de que la compraron en el +KOTA mis primos se enfermaron y pues según la perrita les podría agravar su enfermedad respiratoria por tanto pelo (mamadas), y me dijeron que si la podía cuidar hasta que mis primos se mejoraran y pues yo dije gustoso que sí.
Pasó una semana y ya tenía que regresar a la hony, se habia acostumbrado mucho a nuestra casa, se dormía en el baño y era educada, y pues me había encariñado con ella a tal gardo de no querer devolverla xD, ya estaba listo para llevarla a casa de mi tía cuando me habló por teléfono y me dijo que sus hijos seguían enfermos y que si la podía cuidar otro rato más, yo le dije qeu sí, y después de colgar solté el brinco de alegría porque Hony seguiría estando en mi casa un rato más...ese rato se convertiría en 4 años y contando... xD, ya qué mi tía termino regalandomela y cumpliendo mi sueño de toda la vida, tener un perro propio, y no hay mejor perro para mí que la Hony :D
Así termina esta primera edición de Chetes el veterinario, lecciones de vida, espero que les haya gustado y si no pues jódanse xD.
Para concluir para que sientan como me sentí al tener a un perro en mi casa, el sentimiento es similar al de este niño cuando santa claus le regaló un Nintendo 64:
Atte. Chetes [futuro MVZ]
PD. Creo que ya decidí a que me quiero dedicar...es un gran paso ^_^

1 comentarios:

Skull dijo...

nintendo sixty foooooooooooooooooooooooooooor XD
chequen esto: http://www.punksandnerds.com/d/20060331.html

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